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El otoño borrò toda huella del estío y los cielos enjugaron el ambiente de cualquier rescoldo veraniego. Foto SMCE Una calle de Córdoba.  

El otoño borrò toda huella del estío y los cielos enjugaron el ambiente de cualquier rescoldo veraniego.
Foto SMCE
Una calle de Córdoba.
 



Para mi, cada estación del año tiene su encanto,  y me gusta encajar en cada una de ellas y atrapar el carácter de las cuatro. Lo que no ...

Para mi, cada estación del año tiene su encanto,  y me gusta encajar en cada una de ellas y atrapar el carácter de las cuatro. Lo que no quiero es que me roben mi otoño. Dicen en el mundo de la literatura que el otoño representa la madurez y puede que sea verdad, porque el otoño lo veo sensato, sabio y acogedor. 

Es un despertar al orden en nuestras vidas, después de vivir un disparatado verano, donde nuestras agendas y horarios  se alteran. Llega el entretiempo con sus hábitos recién estrenados, con ese despertar fresco de la mañana, ese viento de poniente que se levanta anunciando la  lluvia, esas tardes que cada vez más se acortan, esa tranquilidad en sus noches.

El cambio de ropa en los armarios, los libros recién estrenados de los escolares, esperando que sean forrados, el chaleco, la mantita sobre las piernas por las noches, el hábito tan sano en la cocina de sopas y caldos calientes, el inicio de muchas tareas que se quedaron aparcadas por culpa del estío, la plácida somnolencia que da escuchar la lluvia sobre los cristales de una ventana o el caño de agua que sale de las canales de los tejados. Todo esto es para mi, vivir en estas fechas, por eso, no quiero que me roben mi otoño.
foto SMCE

Un buen amigo me dijo una vez que las cosas no son complicadas, sino las personas. A menudo buscamos problemas donde no los hay y parece q...

Un buen amigo me dijo una vez que las cosas no son complicadas, sino las personas. A menudo buscamos problemas donde no los hay y parece que nuestras ansias son tan grandes que no nos saciamos jamás. Solucionamos una cosa e inmediatamente encontramos otra en la que mantener la cabeza ocupada. Volvemos a lo de siempre, cuestión de actitud.

Todo depende de cómo se mire y de cómo lo mires. Las cosas tienen la importancia que cada uno le da y si obvias algo, eso desaparece. Actitud ante los problemas, ante las adversidades y también alegrías. Actitud ante lo que te viene y capacidad de reacción. Como el reflejo automático cuando un vaso se resbala de tu mano, o cuando un niño cae cerca tuya. Esa reacción inesperada, independiente de ti aunque tu vida corra peligro. El reflejo es más fuerte que tú mismo y no lo puedes evitar. Actitud de superación ante lo que te pase y darle más importancia a lo que te mueve por dentro y no a lo que yo llamo “incompetencias programadas”: personas, cosas, objetos, lugares, que te frustran, te empequeñecen y te anclan en el mismo sitio. Una incompetencia provocada por todas esas veces que sabemos lo que queremos y no lo hacemos por el qué dirán, una simple vagueza o lo que queráis, pero no la hacemos.

Esa gente que se mueve por impulso. Que todo lo vive con tal intensidad que más que vivir, sobrevive. Pero son así. No hay más. Se equivocan, sí; pero el premio es mucho mayor cuando aciertan. O mejor dicho, cuando no se equivocan.

Bienvenidos al Otoño 2019.
Foto SMCE

Por fin las mañanas toman la rutina y las calles se empiezan a llenar de niños con mochilas y padres estresados por que el tráfico les com...

Por fin las mañanas toman la rutina y las calles se empiezan a llenar de niños con mochilas y padres estresados por que el tráfico les complica la llegada a tiempo a los trabajos. Maravillosa vuelta a la realidad, donde la siguiente parada de este tren llamado vida será en la estación invernal. Las aulas se llenan y las renovadas ilusiones de alcanzar un nuevo curso, lleno de vibrantes emociones, colman las ganas de nuestros pequeños que, como locos, están deseando utilizar todos los cuadernos, lápices, estuches, etc. que están estrenando. Bonitos recuerdos nos traen a nuestra memoria aquellos maravillosos años de olor a libreta nueva y goma con sabor a fresa.


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Noviembre trata sobre árboles que revelan colores que han escondido todo el año. La gente también tiene un Noviembre. Fotos: SMCE ...

Noviembre trata sobre árboles que revelan colores que han escondido todo el año. La gente también tiene un Noviembre. Fotos: SMCE



Por mucho que desees ayudar, hay momentos en los que debes permitir que cada uno recoja las hojas que su otoño le dejó. foto SMCE

Por mucho que desees ayudar, hay momentos en los que debes permitir que cada uno recoja las hojas que su otoño le dejó.
foto SMCE

Foto SMCE Ahora que quedan pocos días de esta estación que tanto me encanta os hablaré de ella. El otoño es una estación de tránsi...

Foto SMCE


Ahora que quedan pocos días de esta estación que tanto me encanta os hablaré de ella. El otoño es una estación de tránsito, casi un apeadero. Entre dos terminales tan rotundamente definidas como son el verano y el invierno, su misión parece reducida a cubrir un hueco para que el viajero se vaya haciendo idea de lo que le espera. Alguien hace tiempo descubrió analogías entre la penúltima etapa de la vida y el otoño. 

Bueno, pero en verdad, ¿el otoño es así? No sé, pero muchas veces estuve tentado de decir lo contrario, porque yo veo que al otoño como estación no de tránsito, sino de partida; lleno de energías, de ganas de lucha y de promesas. No me lo dice sólo la naturaleza, que le ha reservado el encargo de iniciar un ciclo que ha de durar todo el año; me lo dice lo que no es Naturaleza, porque en otoño se reanudan infinidad de actividades culturales, comerciales, cofrades y de convivencia. En otoño, o en sus vísperas inmediatas, los padres comienzan el inquietante y penoso itinerario del curso escolar y actividades extraescolares. En otoño empieza la Liga de Fútbol. En otoño resurgen de su letargo las conferencias, los conferenciantes, los cursos y actividades de todo tipo, hasta nuestras añoradas Tertulias Cofrades.

Creo que el otoño es una estación esplendida, dotada de exquisitos alicientes. Los descritos y muchos mas. Los árboles y parques estrenan esas galas de oro viejo, en una gama extensa que va desde el bermellón al amarillo. 

El paisaje tiene pulsaciones estremecedoras, y en definitiva es reflejo de lo que quiera cada cual. El melancólico verá representada su melancolía y el optimista, si quiere, su alegría de vivir. Depende de su temperamento y depende de su estado de ánimo. 

La Feria de siempre. El Mercado. La música de Tejera. La Reina de Todos Los Santos. No se entiende un noviembre sin esta estampa. Exqui...

La Feria de siempre. El Mercado. La música de Tejera. La Reina de Todos Los Santos. No se entiende un noviembre sin esta estampa. Exquisito.

Noviembre en Sevilla de 2017.
Procesión de la Reina de Todos los Santos desde la Iglesia de Omnium Sanctorum.
Capataz: Antonio Santiago con su equipo de auxiliares.
Toca la Banda de Música del Maestro Tejera.

Cada cosa en su sitio, cada mes diferente y cada estación en su medida. Para mi, cada estación del año tiene su encanto,  y me gusta enca...

Cada cosa en su sitio, cada mes diferente y cada estación en su medida. Para mi, cada estación del año tiene su encanto,  y me gusta encajar en cada una de ellas y atrapar el carácter de las cuatro. Lo que no quiero es que me roben mi otoño. Dicen en el mundo de la literatura que el otoño representa la madurez y puede que sea verdad, porque el otoño lo veo sensato, sabio y acogedor. 

Es un despertar al orden en nuestras vidas, después de vivir un disparatado verano, donde nuestras agendas y horarios  se alteran. Llega el entretiempo con sus hábitos recién estrenados, con ese despertar fresco de la mañana, ese viento de poniente que se levanta anunciando la tan esperada lluvia (actualmente ni gota), esas tardes que cada vez más se acortan, esa tranquilidad en sus noches.

El cambio de ropa en los armarios, los libros recién estrenados de los escolares, esperando que sean forrados, el chaleco, la mantita sobre las piernas por las noches, el hábito tan sano en la cocina de sopas y caldos calientes, el inicio de muchas tareas que se quedaron aparcadas por culpa del estío, la plácida somnolencia que da escuchar la lluvia sobre los cristales de una ventana o el caño de agua que sale de las canales de los tejados. Todo esto es para mi, vivir en estas fechas, por eso, no quiero que me roben mi otoño.
Fotos SMCE

Parece que el verano se resiste a dejarnos este año, aunque el calendario nos dice que ya hemos cambiado de estación, y...







Parece que el verano se resiste a dejarnos este año, aunque el calendario nos dice que ya hemos cambiado de estación, y yo ya tengo ganas de otoño. Ganas de ver nuestros bosques cambiar de color y que caigan las hojas y sobre todo, ganas de recoger sus frutos. Mientras tanto, tendré que conformarme con echar la vista atrás, por ejemplo a estas vistas otoñales de la playa de la Concha en el mes de Septiembre,  e ir preparándome para lo que espero no tarde en llegar.

Foto de la playa de la Concha, Donosti. SMCE